Aunque solemos pensar que la biodiversidad está lejos de nosotros —en parques nacionales, reservas o bosques—, la verdad es que también forma parte de nuestro entorno diario: está en nuestras plazas, jardines, patios, e incluso en pequeños espacios verdes entre los edificios.
Para profundizar en este tema, conversamos con el Dr. Carlos Zamora-Manzur, Biólogo y Doctor en Sistemática y Biodiversidad, quien desde su experiencia en docencia y análisis científico, nos comparte una mirada clara y necesaria sobre el rol de la biodiversidad en las ciudades.
1. ¿Qué entendemos por biodiversidad urbana y por qué es importante en el contexto actual de crisis climática?
La biodiversidad urbana es toda la variedad de seres vivos que habitan en entornos urbanos: plantas, insectos, aves, hongos, pequeños mamíferos, y otros grupos. Aunque con frecuencia asociamos la naturaleza con lugares silvestres, ocurre que muchas especies pueden vivir y viven con nosotros en la ciudad, especialmente si existen espacios verdes adecuados.
En un contexto de crisis climática, debemos mantener y también promover la biodiversidad es fundamental, esta biodiversidad ayuda a que las ciudades sean más resilientes (que resistan mejor a las inclemencias del tiempo tanto olas de calor como de frio). Es bien sabido que la vegetación mejora la calidad del aire, regula la temperatura, y además contribuye al bienestar general de las personas. Respecto a esto último, tener contacto con la naturaleza en la ciudad mejora nuestra salud física y mental.
2. ¿Qué funciones ecológicas cumplen los huertos y jardines urbanos dentro de una ciudad?
Los huertos y jardines urbanos cumplen un rol mucho más importante que solo ser “bonitos” o “productivos”. Desde el punto de vista ecológico son refugio para muchas especies de insectos, aves, y otros animales que además cumplen funciones como polinizar, dispersar semillas o controlar plagas. También ayudan a regular la temperatura ambiental, capturar CO2, ayudan a retener y filtrar el agua de lluvia, y mejorar la calidad del aire.
Además, ayudan a mantener conectados los pequeños fragmentos o parches de vegetación que existen en las ciudades, formando verdaderos corredores ecológicos para la movilidad de pequeños animales.
3. ¿Cómo contribuyen estos espacios a mitigar los efectos del cambio climático, como las olas de calor o la contaminación del aire?
Las plantas en huertos y jardines urbanos ayudan a reducir el efecto de “isla de calor”, que hace que las ciudades sean mucho más calurosas que el campo. La sombra que generan los árboles, junto con la humedad del suelo y las plantas, refrescan el entorno.
También ayudan a limpiar el aire: atrapan polvo, filtran contaminantes y capturan CO2, que es uno de los principales gases responsables del cambio climático. Cuando llueve mucho, estos espacios también permiten que el agua se infiltre en el suelo, reduciendo el riesgo de inundaciones.
4. ¿Qué especies vegetales y animales suelen beneficiarse más de estos espacios verdes en entornos urbanos?
Los huertos y jardines urbanos bien diseñados pueden convertirse en pequeños oasis para muchas especies. Hay un beneficio mutuo entre plantas y animales, especialmente las abejas nativas, mariposas, escarabajos y algunos tipos de moscas, todas ellas especies polinizadoras o que pueden alimentarse de plagas que afectan a las plantas. También aves insectívoras, lagartijas y algunos pequeños mamíferos que pueden utilizar los jardines como refugio y zonas de alimentación.
Entre las plantas, las especies nativas suelen ser las más favorecidas cuando se les da espacio, ya que están adaptadas al clima local, además como requieren menos agua, menos cuidados y generan menos impacto en las personas todos ganamos con tener plantas nativas en los parques y jardines. Además, atraen a la fauna local que depende de ellas para alimentarse o reproducirse, las aves necesitan de árboles de ramas firmes para asentar sus nidos, árboles nativos a los que la especie “está acostumbrada”.
5. Desde su experiencia, ¿qué errores comunes se cometen al diseñar o mantener jardines urbanos pensando en la biodiversidad?
Uno de los errores más comunes es pensar que un jardín es biodiverso solo porque tiene muchas plantas, aunque sean todas exóticas. Las especies foráneas muchas veces no ofrecen alimento ni refugio adecuado a la fauna local. Otro error es usar mucho cemento o dejar espacios sin cobertura vegetal, lo que impide que se forme un ecosistema completo. También es frecuente el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, estos afectan a los insectos beneficiosos y contaminan el suelo. También, es super importante mantener pequeños “rincones salvajes” o desordenados, dejar que la maleza crezca en ciertas áreas verdes del jardín o cercano a nuestro huerto, estas son fundamentales para muchas especies y además evitan que insectos plaga lleguen a nuestras plantas de interés como las hortalizas del huerto, estas plagas “prefieren quedarse” en las malezas.
6. ¿Cómo podemos involucrar a comunidades o colegios en la creación de huertos que no solo sean productivos, sino también ecológicamente valiosos?
La clave está en la participación activa. Es importante que las comunidades o colegios se sientan parte del proyecto desde el inicio: que puedan opinar, proponer ideas, y participar del diseño del espacio.
También se pueden organizar talleres prácticos para aprender a sembrar, compostar, identificar plantas y bichos en general. Se pueden integrar actividades en el huerto a las actividades educativas, por ejemplo, y no solo en clases de ciencias, sino también en arte o lenguaje. Lo importante es que no sea solo un espacio para producir alimentos, sino también para aprender sobre la naturaleza, trabajar en equipo y desarrollar el cuidado por el entorno. Y a veces lo más importante es empezar, cometer algunos errores y seguir aprendiendo en la marcha.
7. ¿Hay ejemplos destacados —locales o internacionales— de proyectos de biodiversidad urbana que crea que deberíamos mirar como referencia?
Sí, hay muchos ejemplos inspiradores. A nivel local, la “Red de Huertos Escolares” en Chile ha permitido que muchos colegios se conecten con el territorio y promuevan la educación ambiental desde edades tempranas. También existen iniciativas municipales como huertos comunitarios o plazas activas que incorporan criterios de biodiversidad.
También están los Jardines Biodiversos de Vitacura donde además se promueven prácticas de voluntariado.
Y jardines educativos también en la misma comuna.
https://onu-habitat.org/index.php/la-ciudad-esponja
A nivel internacional, un caso muy interesante son las “ciudades esponja” en China, que integran infraestructura verde para manejar mejor el agua de lluvia y mejorar la biodiversidad urbana.
https://camacol.co/actualidad/publicaciones/revista-urbana/101/sostenibilidad/corredores-verdes-naturaleza-optimizada
Otro ejemplo son los “corredores verdes” en ciudades como Bogotá, que conectan parques, jardines y techos verdes para facilitar el movimiento de animales y plantas por la ciudad.
8. Para quienes quieran empezar desde cero: ¿qué recomendaciones daría para crear un huerto en casa que apoye la biodiversidad y sea sostenible en el tiempo?
Lo primero es observar bien el lugar: cuánta luz tiene, cómo es el suelo, si hay viento, etc. Es ideal combinar plantas comestibles con plantas con flores que atraigan polinizadores. Para las hortalizas considera plantas de temporada o aquellas que se den bien todo el año. Si quieres incorporar un jardín y no solo huerto, entonces elegir plantas nativas y conocer un poco sobre sus requerimientos de agua y luz, hay plantas que requieren más sombra y otras luz de sol directo.
También es importante compostar los residuos orgánicos en casa, lo que reduce basura y ayuda a obtener fertilizantes naturales para el suelo. Usar tierra de buena calidad, no usar tierra de hojas sino compost (la tierra de hojas es suelo robado a los bosques nativos), evitar usar plásticos innecesarios y no usar pesticidas químicos. Finalmente, tener paciencia, un huerto que apoya la biodiversidad se construye con tiempo, observación y cuidado constante.